El diario de Cloe: El régimen meditarráneo

Queridos lectores, las semanas anteriores nos hemos enfocado en instaurar hábitos saludables a nuestra rutina, para mejorar nuestra calidad de vida y disfrutar mucho más de los buenos momentos. Esta semana, hablaremos de un hábito que tiene directa incidencia con nuestra salud y bienestar: la alimentación.

Aunque abordaremos la alimentación desde diversos puntos de vista, debemos tener en cuenta que, para vivir una vida saludable y decirle adiós al estrés y los problemas de salud que son consecuencia de este, interactúan una serie de factores y mecanismos, como la actividad física, la hidratación e incluso, la entretención y los momentos de relajación.

Hoy nos referiremos al régimen mediterráneo, una valiosa herencia cultural que representa mucho más que una simple pauta nutricional, rica y saludable. Sino que habla de un estilo de vida equilibrado que recoge recetas, formas de cocinar, celebraciones, costumbres, productos típicos y actividades humanas diversas de occidente.

Entre las muchas propiedades beneficiosas para la salud de este patrón alimentario se puede destacar el tipo de grasa que lo caracteriza (aceite de oliva, pescado y frutos secos), las proporciones en los nutrientes principales que guardan sus recetas (cereales y vegetales como base de los platos y carnes o similares como “guarnición”) y la riqueza en micronutrientes que contiene, fruto de la utilización de verduras de temporada, hierbas aromáticas y condimentos.

Así lo reconoció y celebró la UNESCO, quien inscribe al Régimen Mediterráneo como uno de los elementos de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. ¡La buena noticia es que la alimentación saludable que nos proporciona es perfectamente compatible con el placer de degustar sabrosos platos! Es decir, que no necesitamos comenzar una dieta restrictiva y poco equilibrada para mantenernos en forma.

Si combinamos los alimentos de la forma adecuada y logramos un equilibrio entre proteínas, vitaminas, minerales y carbohidratos, podemos olvidarnos para siempre de las dietas y las pequeñas triquiñuelas para bajar de peso que no solo perjudican nuestra salud, sino que nos predisponen al efecto rebote, volviéndonos propensas al exceso de peso.

La próxima semana, viajaremos por el mundo investigando otros tipos de alimentación saludable en el resto del mundo, sobretodo en oriente medio y Asia, continentes famosos por sus estilos gastronómicos que equilibran de mejor manera los carbohidratos y las proteínas crudas.

¡Nos leemos la próxima semana!

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