La miel es increíble: deliciosa, saludable, nutritiva. A todos nos encanta, pero ¿realmente estamos conscientes de todos sus beneficios? Y nos referimos a todos, todo juntos y en sinergía:
Ayuda a combatir el insomnio: Ingiérela antes de dormir y disfruta del efecto relajante de la serotonina en tu organismo. La miel acelera la absorción del triptófano, responsable de la segregación de esta hormona.
Mejora el tránsito intestinal: Si tienes estreñimiento, la miel podría ser una gran aliada, ya que beneficia la flora intestinal de tu sistema digestivo, eliminando la inflamación, y actúa como fibra.
Mejora las funciones cerebrales: La miel contiene minerales como el fósforo, el calcio y el hierro, que son indispensables para la transmisión de información entre nuestras neuronas. ¡Tu sistema nervioso te lo agradecerá!
Ayuda a combatir infecciones de todo tipo: La miel tiene propiedades antisépticas y antimicrobianas, muy útiles para combatir infecciones pulmonares, respiratorias, gripes, resfríos, dolores musculares, etc. Consúmela regularmente o aplícala directamente sobre heridas para desinfectar la zona, ya que también funciona como antiséptico natural.
Cuida de nuestra piel: La miel hidrata, alivia quemaduras y ayuda a minimizar el riesgo de aparición de acné. Prepara diferentes ungüentos con ella y disfruta de una piel suave y saludable.
Disminuye los síntomas de las alergias: Cuando llega la primavera, muchos sufrimos las consecuencias del polen, pero consumir miel unas semanas antes del peak puede ayudarte a sobrellevarlo de mejor forma. Las abejas depositan parte del polen de las plantas que polinizan en la miel, por lo que tu cuerpo ya no lo considerará como patógeno, si está acostumbrado a él.
Regula el azúcar de la sangre: Cuando consumimos miel, la porción de fructosa permite que la glucosa sea captada por el hígado para formar glucógeno, que pasa a estar disponible para el cerebro, el corazón, los riñones y las células rojas de la sangre. Esto mejora el funcionamiento de los órganos y tejidos esenciales, eliminando la glucosa de la circulación y por tanto reduciendo el azúcar en la sangre.
Los estudios han demostrado que la miel no aumenta apenas el azúcar en la sangre o los niveles de insulina, produciendo más glucógeno por gramo de miel que cualquier otro alimento. ¡Es una excelente noticia para diabéticos e intolerantes a la insulina!
Reduce el estrés: La miel natural produce glucógeno en el hígado, que es la reserva de la energía que necesita el cerebro para su normal funcionamiento. Tendremos reservas suficientes de glucógeno si consumimos miel natural en el desayuno, antes de acostarnos y a intervalos regulares durante todo el día (especialmente antes y después de hacer ejercicio), estas reservas de glucógeno del hígado evitarán la liberación de hormonas del estrés.
Ayuda a regular el ciclo menstrual: Aunque aún hay investigaciones al respecto, es un hecho que la miel estimula la producción de ácido graso omega 6, que regula los procesos hormonales en nuestro cuerpo.
Estimula el sistema inmunológico: La miel tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas que la hacen ideal para estimular el sistema inmunológico, no sólo cuando se es ingerida, sino también cuando se aplica tópicamente sobre la piel.
Reduce el colesterol y la presión sanguínea: Hay ciertas evidencias de que la miel de abeja reduce el colesterol “malo” (LDL) y aumenta el colesterol “bueno” (HDL). También puede regular la presión sanguínea. No obstante, otros expertos afirman que los síntomas de enfermedades del corazón pueden empeorar si se come mucha miel, así que pruébala con precaución y supervisa los resultados.
Podría prevenir el cáncer: Algunos estudios sugieren que la miel de Tualang y la de Manuka pueden ayudar a prevenir el cáncer de mama, próstata, piel o vejiga. Tal efecto se debería a sus propiedades angiogénicas; esto quiere decir que estimula la producción de vasos sanguíneos, contribuyendo a la regeneración de tejidos. Sin embargo, también es cuestión de tiempo para que se compruebe científicamente su efectividad.
Alivia problemas oculares: La miel puede ser beneficiosa para tratar enfermedades del ojo como el glaucoma y las cataratas. En ocasiones se administran colirios con gotas de miel para curar estos problemas.
Y ahora que conoces todos, absolutamente todos los beneficios de la miel estudiados hasta el momento, cuéntanos: ¿Te gustaría que nuestros jugos en polvo la incluyeran? ¡Comenta abajo qué combinaciones con miel se te ocurren para agregar a nuestra familia!
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